Para muchos es una tradición intentar poner en práctica sus propósitos de Año Nuevo en los primeros días de Enero. Perder esos kilos de más, hacer algo más de ejercicio, mejorar el nivel de inglés o pasar más tiempo con la familia son los clásicos que se repiten en estos deseos año tras año. Con la llegada de las redes sociales y el uso intensivo que se hace de ellas, son muchos los que comienzan a incluir propósitos 2.0 a sus buenas intenciones de principios de año.
Entre estos nuevos propósitos de Año Nuevo digitales, se encuentra el hacer una limpieza en todo lo relacionado con plataformas y redes sociales. A lo largo del tiempo y apenas sin darnos cuenta, vamos acumulando una gran cantidad de información en nuestros perfiles personales y en los de nuestros negocios, y en algunos casos, en lugar de ayudarnos pueden comprometer nuestra reputación y seguridad.
A la hora de hacer esta renovación digital, lo primero que debemos revisar son los permisos de acceso a cada uno de los canales. Por falta de tiempo o descuidos es posible que a algún antiguo colaborador o empleado siga manteniendo claves de la empresa y pueda seguir consultando y operando en los perfiles corporativos con las posibles complicaciones de confidencialidad derivadas de este hecho.
Revisar el listado de aplicaciones que usamos para manejar las diferentes webs sociales también es recomendable. Es muy probable que hayamos concedido acceso a una gran variedad de ellas a lo largo del último año y muchas ya no nos son de utilidad pero continúan en ese listado. Eliminarlas de nuestros canales nos ayudará a evitar posibles problemas de seguridad como robos de contraseñas.
Por último, también podemos comprobar si los contactos de nuestras redes están actualizados o son los adecuados para conseguir los objetivos que tenemos en mente. Recuerda no sirve de nada tener cientos de seguidores o contactos fantasma pues no aportarán valor a tu empresa en ningún momento.