Si cada mañana pones tu mejor cara para recibir a tus clientes, limpias el suelo, ordenas tus productos o arreglas los desperfectos de tu negocio para que todo esté de punta en blanco ¿por qué no haces lo mismo en Internet?
Una compra satisfactoria empieza desde el momento en que el cliente entra por la puerta y son los detalles los que crean una buena experiencia comercial.
La experiencia de usuario en el mundo online no es muy diferente a la del mundo físico. A todos nos gusta encontrar rápidamente lo que buscamos o acceder a información detallada de los productos con pocos clicks. Nos da seguridad tener acceso fácil a una zona de ayuda, a un formulario de contacto o a un teléfono o email para resolver dudas.
– NO ENGAÑES, SE TÚ MISMO
Es importante contar y mostrar cómo eres, cómo son tus instalaciones o tus productos. Esas imágenes y vídeos aportan confianza y seguridad al usuario y dan información de qué tipo de negocio estás visitando.
La estructura de contenidos y menús de tu sitio web tiene que ser lógica y que se adapte a lo que eres en el mundo offline. No intentes ser en Internet lo que no eres en realidad porque esa estrategia se volverá contra ti. Una buena experiencia de usuario hace que el visitante repita y recomiende.
– LA SENCILLEZ COMO ARGUMENTO
Intenta que tu web sea sencilla pero sin pasarse, es importante que evoque cómo eres y que transmita lo que te diferencia. Traslada tu imagen offline a Internet y aprovecha la potencia de la web para hacer todo eso que por falta de sitio o tiempo no puedes hacer.
– CONVERSA
Si en tu tienda saludas al cliente que entra por la tienda, ¿por qué no hacerlo también en la web?, habla con tus usuarios, cuéntales esa oferta que no se pueden perder, preséntales nuevos productos o dales las gracias por haberte elegido. Una buena gestión de la conversación en redes sociales o tu propia web harán que la experiencia de uso de tu sitio sea mucho mejor.