De la experiencia se aprende y cometer un error puede enseñarnos mucho más que acertar con nuestras acciones a la primera. Sin embargo, si a causa de ese fallo la cuenta de resultados de nuestro negocio puede verse afectada, es importante tener en cuenta los errores que otros han cometido con anterioridad y evitar repetirlos.
En el caso de las campañas de marketing mediante correo electrónico, al intentar innovar para llamar la atención de nuestros suscriptores podemos equivocarnos y hacer que la comunicación enviada en nuestra newsletter no sólo tenga un ratio de conversión muy bajo sino que además algunos de los usuarios decidan no continuar apareciendo nuestra lista de correo.
Uno de los errores más frecuentes a la hora de realizar este tipo de acciones es enviar comunicaciones comerciales a personas que no están interesadas en nuestros productos y que no han dado permiso de acceso a sus datos. Enviar e-mails no deseados no sólo molesta a los usuarios si no que puede traer consecuencias negativas para nuestra empresa al existir la posibilidad de ser marcados como spam y, en algún caso, de ser denunciados por incumplimiento de las leyes de protección de datos.
Otra equivocación habitual se produce a la hora de diseñar la comunicación que se enviará por correo electrónico. Los e-mails con demasiada información, sobrecargados de imágenes o sin un mensaje claro sólo conseguirán que el lector los ignore, haciendo que todo el esfuerzo realizado no se vea recompensado.
Como afirma el famoso dicho “el diablo está en los detalles”, los matices son los que marcan la diferencia. Ya sea por despistes o por falta de tiempo para revisar adecuadamente una acción, es más común de lo que debería que los enlaces incluidos en el e- mail no funcionen o no se redireccionen correctamente hasta la página deseada. Si ocurre esto en una campaña de e-mail marketing, habremos perdido una oportunidad de que el usuario adquiriera aquello que le proponíamos en nuestra comunicación y, por tanto, nuestra estrategia no habrá servido para nada.
¿Has cometido algún error de este tipo? ¿Cómo lo solventaste?