A estas alturas de la segunda década del siglo XXI, todo aquel que tiene un negocio en Internet o que utiliza la red para promocionar su empresa tiene claro que cada vez es más importante facilitar a los usuarios de dispositivos móviles el acceso a la información sobre aquello que se tiene a la venta. Lo que no parece tan sencillo es decidir entre ofrecer aplicaciones móviles específicamente desarrolladas para los diferentes dispositivos o apostar por un servicio web optimizado para el acceso móvil.
Obviamente, no existe una respuesta universal a esta pregunta pues, en función de las actividades que desarrolle nuestro negocio, nos interesará más elegir una u otra alternativa. No obstante, hay ciertos aspectos generales que se deben tener en cuenta para tomar la decisión adecuada.
Las aplicaciones nativas, aquellas desarrolladas para un sistema operativo móvil concreto, nos permiten ajustar el diseño perfectamente al dispositivo para el que están pensadas y además permiten el acceso a algunas de las funcionalidades del teléfono o tablet que no podrían usarse mediante el navegador. Sin embargo, nos obligan a fragmentar mucho nuestros usuarios y tener claro desde el principio que sistemas operativos móviles son los que utilizan nuestro público objetivo. No tendría sentido desarrollar una aplicación con una tienda para Windows Phone si la mayor parte de los clientes utilizan teléfonos Android.
En el caso de que nos decidamos por desarrollar una versión móvil lo más completa posible de nuestra web desaparece el problema de la fragmentación según los dispositivos pero a cambio debemos sacrificar algunos detalles como el acceso a la información cuando no se dispone de conexión a Internet, la vinculación con la agenda de contactos del usuario o aprovechar determinadas características específicas de los dispositivos. A cambio, al no depender de que el usuario descargue o no el paquete de software del la tienda de aplicaciones, podemos actualizar las funcionalidades de la web en cualquier momento y aprovechamos todas las visitas que lleguen mediante búsquedas en movilidad.
En definitiva, lo más importante para elegir entre desarrollar aplicaciones nativas o versión móvil de la web es tener claro que funcionalidades queremos ofrecer a nuestros usuarios, que prioridades tenemos en nuestra estrategia móvil y , sobre todo, conocer qué tecnología usan nuestros clientes y cual es su comportamiento en Internet en movilidad.
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